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“EMBOLSADO” EN PLÁTANO (Musa AAB SIMMONDS)

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ISSN 0568-3076<br />

agron. 20(1): 64 - 76, 2012<br />

EVALUACIÓN ECONÓMICA Y DE <strong>EN</strong>ERGÍA DE LA PRÁCTICA<br />

<strong>“EMBOLSADO”</strong> <strong>EN</strong> <strong>PLÁTANO</strong> (<strong>Musa</strong> <strong>AAB</strong> <strong>SIMMONDS</strong>) <strong>EN</strong> EL<br />

DEPARTAM<strong>EN</strong>TO DEL QUINDÍO-COLOMBIA<br />

Alexander Torres-Rodríguez*, María Elena Bernal-Vera**, Elmer Castaño-Ramírez***<br />

ResUMeN<br />

En el cultivo de plátano de explotación comercial se<br />

utilizan bolsas de polietileno de baja densidad (PEBD)<br />

impregnadas con clorpirifos (insecticida) a 1%, como<br />

principal práctica de protección del fruto al ataque de<br />

plagas que demeritan su apariencia. No existen estudios<br />

que aporten datos sobre los efectos económicos por causa<br />

de la técnica de embolsado de plátano en el departamento<br />

del Quindío, razón por la cual se realizó este trabajo<br />

descriptivo analítico, donde se cuantifi ca el impacto<br />

económico y energético generado por este procedimiento<br />

en fi ncas tipo de este ente territorial. El embolsado es<br />

un rubro importante en los costos de producción del<br />

cultivo de plátano con participación en insumos (15%) y<br />

mano de obra (14%) y representa 13% del costo total de<br />

sostenimiento para una hectárea de plátano tecnifi cado.<br />

La relación Benefi cio/Costo de embolsar el racimo de<br />

plátano no presenta mayor utilidad para el productor<br />

en comparación con la no ejecución de la práctica. Los<br />

productores en el departamento del Quindío que realizan<br />

la comercialización a través de intermediarios, no tienen<br />

clara la función de la bolsa de polietileno tratada con<br />

clorpirifos y sin tratar. El embolsado requiere un consumo<br />

de energía adicional en el cultivo de 31.458 kcal, lo cual<br />

quiere decir que se requiere de más unidades energéticas<br />

para proporcionar una unidad de energía alimentaria<br />

equivalente a una fruta sin embolsar. El embolse no es<br />

una actividad indispensable en el manejo agronómico<br />

del cultivo, es un procedimiento de “moda” generalizado<br />

en la zona platanera mencionada, con notorio impacto<br />

ambiental.<br />

Palabras clave: contaminación polietileno, clorpirifos<br />

(insecticida), costos plátano, impacto ambiental.<br />

* Ingeniero Agrónomo<br />

** Ingeniera Agrónoma M.Sc. Profesora catedrática Universidad de Caldas<br />

*** Ingeniero Agrónomo Especialista. Profesor Titular, Universidad de Caldas.<br />

Correo electrónico: elmercr@ucaldas.edu.co<br />

Recibido: 5 de agosto; aprobado: 15 de noviembre de 2011<br />

aBstRaCt<br />

eCONOMiC aND eNeRGetiC evaLUatiON<br />

OF BaGGiNG PRaCtiCe iN PLaNtaiN (<strong>Musa</strong><br />

aaB siMMONDs) iN tHe DePaRtMeNt OF<br />

QUiNDÍO -COLOMBia<br />

In commercial plantations of plantain low density polyethylene<br />

(LDPE) bags impregnated with chlorpyrifos (insecticide)<br />

at 1%, are used as the main protection practice of<br />

fruits against pests that affect their appearance. There are<br />

not studies which provide data on economic effects caused<br />

by the plantain bagging technique in the Quindío region,<br />

reason why we conducted this descriptive analytical work,<br />

which quantifi es the economic impact and energy balance<br />

generated with this practice. Bagging is an important item<br />

in the cost of maintenance of plantain crop: inputs (15%)<br />

and labor (14%), representing 13% of the total cost of<br />

maintenance/hectare of technifi ed plantain. The benefi t/<br />

cost indicator of bagging plantain bunches does not represent<br />

a higher profi t to the producer compared to not<br />

using the bagging system. Producers in the department of<br />

Quindío who carry out their putting on the market through<br />

intermediaries, do not have clear the function of the polyethylene<br />

bag treated or not treated with chlorpyrifos. This<br />

bagging practice requires 31,458 kcal in additional energy<br />

consumption in cultivation, which means that it takes more<br />

energy units to provide a dietary energy unit, equivalent to<br />

non bagged fruit. Bagging is not an essential activity in the<br />

agronomic management of the crop; it is a “fashionable”<br />

activity widespread in the above mentioned plantain area<br />

with a notorious environmental impact.<br />

Key words: polyethylene pollution, chlorpyrifos<br />

(insecticide), plantain costs, environmental impact.


agron. 20(1): 64 - 76, 2012<br />

Evaluación económica y de energia de la práctica “embolsado” en plátano (<strong>Musa</strong> <strong>AAB</strong> Simmonds) Quindío-Colombia<br />

iNtRODUCCiÓN<br />

La huella de las bolsas de plástico, incluye los altos<br />

costos que están siendo asumidos por los gobiernos<br />

y los contribuyentes, para la limpieza de estos<br />

residuos en caminos, alcantarillas y vías fl uviales<br />

(40% de los residuos sólidos de acuerdo con Zang<br />

et al., 2006), lo que se traduce en la pérdida de<br />

fondos aplicables a otros servicios estatales. Debido<br />

a la cantidad de problemas, muchos gobiernos han<br />

prohibido las bolsas de plástico por completo, o<br />

imponen gravámenes sobre su uso (Environmental<br />

Literacy Council, 2005; The Asian News, 2005).<br />

Por causa de la lenta o nula biodegradación, el<br />

polietileno se acumula en el ambiente indefi nidamente<br />

y afecta los ecosistemas; el consumo considerable<br />

de hidrocarburos para la fabricación de bolsas de<br />

polietileno y la emisión de sustancias tóxicas (CO 2 )<br />

al aire, genera durante este proceso, una parte<br />

signifi cativa del impacto ambiental (Institute for<br />

Lifecycle Environmental Assessment, 1990). Los<br />

efectos de las bolsas de polietileno repercuten más<br />

gravemente en las zonas pobres y rurales, cuando<br />

estas bolsas son adquiridas ampliamente y no se<br />

desechan adecuadamente (Reynolds, 2002).<br />

Importancia económica y social del cultivo del<br />

plátano<br />

El plátano es el cuarto cultivo más importante<br />

en el mundo después del trigo, maíz y arroz. En<br />

Colombia se ha constituido en un renglón de gran<br />

relevancia socioeconómica, desde el punto de vista<br />

de seguridad alimentaria y generación de empleo,<br />

además, ha pertenecido al sector tradicional de<br />

la economía campesina; es cultivado en diversas<br />

áreas agroecológicas, desde 0 hasta 2.000 msnm<br />

con temperaturas entre 17 y 35 o C (Rodríguez &<br />

Rodríguez, 1999). Es desarrollado por pequeños<br />

productores, para quienes se constituye en medio<br />

de vida; se considera que es un cultivo rentable,<br />

aun con inversiones reducidas y con manejo poco<br />

tecnifi cado, en el que se generan 286.000 empleos<br />

directos permanentes al año, benefi cia a 57 mil<br />

familias que derivan su sustento de las labores de<br />

las plantaciones. La mano de obra directa en el<br />

cultivo es generalmente aportada por los mismos<br />

miembros de la familia, mediante trabajo asociativo<br />

en las explotaciones tradicionales o por contratación<br />

de jornales tanto especializados como no califi cados<br />

en las fi ncas tecnifi cadas. La zona central cafetera,<br />

abastece los principales mercados del país, donde el<br />

departamento del Quindío es el mayor productor<br />

de la región; las explotaciones de tipo empresarial,<br />

mayoritariamente se dedican a la exportación, y<br />

están ubicadas, en la zona de Urabá (CCI, 2000).<br />

Los tres grandes sectores que consumen más de 80%<br />

de la producción nacional en orden de importancia<br />

son: hogares rurales, urbanos y restaurantes; menos<br />

de 1% es consumido por la industria y las pérdidas<br />

por comercialización y transporte se estiman en<br />

12%. Colombia fue el segundo productor mundial<br />

de plátano con 2,8 millones de toneladas cosechadas<br />

durante 2006, después de Uganda que produjo 10<br />

millones de toneladas (<strong>EN</strong>A, 2006).<br />

Según la Evaluación Agropecuaria 2010, el<br />

departamento del Quindío basa su economía en la<br />

agricultura, especialmente en el cultivo del plátano,<br />

segundo renglón productivo con participación de<br />

57,04% (323.204,11 t) en producción bruta dentro<br />

de toda la producción departamental sobre 34.359<br />

ha cultivadas con la variedad Dominico-Hartón<br />

(<strong>Musa</strong> <strong>AAB</strong>), las cuales se encuentran distribuidas<br />

en cultivo independiente o monocultivo (10.328 ha),<br />

cultivo intercalado (18.504 ha) y cultivo tradicional<br />

(5.527 ha).<br />

Historia del embolse<br />

Según Soto (1992), no se conoce a ciencia cierta<br />

cuándo y dónde se inició el embolsado de la fruta;<br />

existe consenso de que dos circunstancias separadas<br />

originan el procedimiento, tal y como se desprende<br />

de los resultados de investigaciones iniciales, donde<br />

unos autores usan la cobertura de la fruta para evitar<br />

65


66<br />

Alexander Torres-Rodríguez, María Elena Bernal-Vera, Elmer Castaño-Ramírez<br />

la quema de la cutícula por temperaturas bajas en<br />

algunas épocas del año. Por otro lado, otros estudian<br />

el efecto de esa operación en el aspecto de sanidad<br />

de la fruta. Los resultados fueron muy satisfactorios<br />

y la operación fue generalizada por la Standard<br />

Fruit Co. en Honduras y Costa Rica a partir de la<br />

década de 1960, lo que permitió efectuar una serie<br />

de ensayos con el fi n de determinar el grosor de la<br />

lámina de polietileno más conveniente, así como<br />

la distribución de los agujeros y distancia entre<br />

ellos (Soto, 1992). Según, Soto (1992), el embolse<br />

como operación agrícola de protección de la fruta<br />

contra temperaturas bajas, control de plagas y<br />

efecto abrasivo de hojas y productos químicos,<br />

obtuvo resultados muy satisfactorios; pero fueron<br />

quizás los efectos secundarios los que causaron<br />

mayor expectación e hicieron que esta operación<br />

se universalizara como la reducción del intervalo de<br />

fl oración-cosecha, aumento del largo de los dedos<br />

y el peso del racimo. La razón principal del uso de<br />

la bolsa es para crear el microclima que proveerá al<br />

racimo de condiciones especiales de temperatura,<br />

humedad, luminosidad y barrera física de protección<br />

(Grajeda, 2001). Se han hecho ensayos variados sobre<br />

grosor y color del polietileno como el de Giraldo et<br />

al. (2000) en el departamento del Quindío, quienes<br />

encontraron indicios de aumento en concentración<br />

de azúcares en fruto, de acuerdo con el color de la<br />

bolsa de polietileno.<br />

Bolsa de polietileno impregnada con<br />

clorpirifos<br />

Para el control de daños por insectos al racimo,<br />

se empezó trabajando por largo tiempo con<br />

insecticidas en polvo aplicados en el interior de las<br />

bolsas antes de ponerlas. Esto provocó algún grado<br />

de fi totoxicidad en la fruta con pérdidas sensibles<br />

en los rendimientos. Debido a esto se crearon las<br />

bolsas impregnadas con sustancias sintéticas como el<br />

clorpirifos, el cual presentó una excelente protección<br />

a la fruta contra la mayoría de insectos que la dañan,<br />

como áfi dos, trips, lepidópteros, coleópteros y<br />

hemípteros, durante su período de desarrollo (Soto,<br />

2006). En la industria de producción de banano en<br />

donde se emplea la técnica de embolsado del fruto,<br />

el insecticida más usado para impregnar las bolsas<br />

protectoras es el clorpirifos, un insecticida órgano<br />

fosforado, que desde el año 2000 hasta la fecha<br />

está siendo sometido a análisis para determinar si<br />

continúa en el mercado o le aplican restricciones de<br />

uso (Quiñónez, 2005).<br />

Propiedades físicas y químicas de clorpirifos<br />

Son cristales blancos granulares, con ligero olor a<br />

mercaptano. El punto de ebullición es igual a 160 o C,<br />

el punto de fusión se encuentra entre 41 y 42 o C, la<br />

densidad relativa de 1,398 a 43,5 o C. La solubilidad<br />

en agua es igual a 0,4 mg/L a 23 o C. Es soluble en<br />

acetona, benceno, cloroformo, metanol, disulfuro<br />

de carbono, dietil éter, xileno e iso-octanol. La<br />

presión de vapor es igual a 2,02x10 -5 mm Hg a 25 o C;<br />

la constante de la ley de Henry es igual a 2,9x10 -6<br />

atm-m 3 /mol a 20 o C. Se descompone al calentarse<br />

a 160°C, produce gases tóxicos y corrosivos que<br />

incluyen al cloruro de hidrógeno, fosgeno, óxidos<br />

de fósforo, de nitrógeno y de azufre: reacciona con<br />

bases fuertes, ácidos y aminas. La toxicidad de este<br />

compuesto se incrementa al aumentar la temperatura<br />

(Ficha técnica No. CAS: 2921-88-2, 2007). Los<br />

productos registrados en Colombia de clorpirifos<br />

para tratar bolsas de polietileno son: Clorpirifos®<br />

1%; Pyritilene® 20 blue; Polynsect® 1%.<br />

La energía en la agricultura<br />

En la agricultura hay dos tipos de fl ujos energéticos;<br />

uno de ellos es el alimentario, que va desde el<br />

proceso fotosintético hasta el plato del consumidor;<br />

el otro es un fl ujo clásico de energía combustible<br />

que corresponde a la producción vegetal y su<br />

transformación en alimentos. En la mayoría de los<br />

países la ingesta de calorías por los seres humanos<br />

es de 2.000 a 3.000 kcal por persona al día, muy<br />

inferior a la energía que ha fi jado inicialmente el<br />

cultivo (Stout, 1980).


agron. 20(1): 64 - 76, 2012<br />

Evaluación económica y de energia de la práctica “embolsado” en plátano (<strong>Musa</strong> <strong>AAB</strong> Simmonds) Quindío-Colombia<br />

valores energéticos de los plaguicidas<br />

Las materias primas de los plaguicidas modernos<br />

proceden principalmente de la industria<br />

petroquímica. Todo plaguicida contiene, además, un<br />

cierto número de agentes y a menudo un solvente,<br />

que también entrañan un consumo de energía. El<br />

empacado, transporte, distribución y aplicación<br />

requieren así mismo insumos de energía. Se estima<br />

que la energía necesaria para proporcionar 1 kg de<br />

plaguicida es de 101x10 julios (2,4 kg de equivalente<br />

de petróleo) (Leach & Slesser, 1973). Así, los<br />

plaguicidas son el elemento de la producción agrícola<br />

de mayor densidad energética (Stout, 1980).<br />

Tabla 1. Gasto de energía química humana en las labores agrícolas<br />

Valores energéticos en humanos<br />

En muchas zonas, especialmente en los trópicos, la<br />

producción de alimentos se efectúa mayoritariamente<br />

mediante el empleo de energía muscular humana, a<br />

menudo con herramientas muy simples (Tabla 1). El<br />

rendimiento energético animal de los seres humanos<br />

se estima en 2,5%, mientras que el de los bueyes oscila<br />

entre 3 y 5% (Makhijani & Poole, 1975). En el ser<br />

humano, la energía proviene de los macronutrientes<br />

presentes en los alimentos ingeridos de origen<br />

vegetal y animal (Tabla 2); cuando esta materia<br />

orgánica, constituida por carbohidratos, proteínas y<br />

lípidos, se quema (oxida) en el organismo se libera la<br />

energía (Maham & Edcott-Sutmp, 2000).<br />

Actividad Costo energético<br />

kcal/min Julios/s<br />

Cuando se camina sobre un sendero de hierba 6,2 433<br />

Cuando se camina sobre una rastrojera 6,8 474<br />

Manejo de azada 6,8 474<br />

Acarreo sobre la cabeza (20 kg) 3,5 244<br />

Desbroce de matorrales 6,1 426<br />

Limpieza de cubos de ordeño<br />

Fuente: Passmore & Durnin (1955).<br />

4,4 307<br />

Tabla 2. Contenido de macronutrientes y fi bra dietaria de plátano en 100 g de porción comestible (base fresca)<br />

Alimento Humedad<br />

(g)<br />

Plátano verde,<br />

pulpa cruda<br />

Plátano verde,<br />

cáscara cruda<br />

Plátano,<br />

bellota cruda<br />

Snack,<br />

plátano verde<br />

frito, tajadas<br />

industriales<br />

Fuente: Blanco et al. (2006).<br />

Energía<br />

(kcal)<br />

Proteína<br />

cruda<br />

(g)<br />

Grasa<br />

(g)<br />

Ceniza<br />

(g)<br />

Carbohidratos (g) Fibra dietaria (g)<br />

Total Digeribles Total Insoluble Soluble<br />

59,2 160 0,9 0,2 1,1 38,6 32,4 6,2 3,6 2,6<br />

83,3 64 1,1 0,7 1,5 13,4 7,0 6,4 5,5 0,9<br />

88,4 45 1,4 0,9 1,4 7,9 1,7 6,2 5,2 1,0<br />

2,8 n.a n.a 32,4 1,8 n.a n.a 4,5 3,5 1,0<br />

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Alexander Torres-Rodríguez, María Elena Bernal-Vera, Elmer Castaño-Ramírez<br />

valores energéticos en plásticos<br />

El proceso de fabricación de bolsas de plástico<br />

requiere de cantidades importantes de energía y<br />

materias primas. Dos bolsas de plástico requieren<br />

990 KJ de gas natural, 240 KJ de petróleo, y 160<br />

KJ de carbón (Institute for Lifecycle Environmental<br />

Assessment, 1990). Además, hay grandes cantidades<br />

de energía que se utiliza para adquirir petróleo, tales<br />

como la maquinaria pesada de combustible para<br />

quemar, y la mayoría de la electricidad utilizada en<br />

el proceso de fabricación de las bolsas proviene de<br />

plantas térmicas de carbón (Greenfeet, 2004).<br />

Teniendo en cuenta estos antecedentes, y además<br />

al no existir estudios que aporten datos sobre la<br />

magnitud de los efectos ambientales que causa la<br />

técnica de embolsado de plátano en el departamento<br />

del Quindío, se realizó este trabajo donde se<br />

cuantifi có el impacto energético y económico<br />

generado por esta práctica y se elaboraron una serie<br />

de sugerencias tendientes a minimizar los impactos<br />

negativos de esta actividad.<br />

MetODOLOGÍa<br />

Localización de la zona de estudio<br />

El trabajo se realizó en el municipio de Calarcá,<br />

departamento del Quindío. La zona de estudio se<br />

encuentra entre 1.000 y 1.700 msnm, clima mediohúmedo<br />

y con precipitaciones promedio de 2.500<br />

mm/año.<br />

Diseño del estudio<br />

Se tomó información directa de dos predios ubicados<br />

en el municipio de Calarcá, vereda La Estrella,<br />

fi nca 1 y fi nca 2; referencias geográfi cas: W 75° 40’<br />

9,54” - N 4° 30’ 33,9”; W 75° 40’ 6,41” - N 4° 30’<br />

6,83”, respectivamente; con sistema tecnifi cado de<br />

producción de plátano, condiciones agroecológicas<br />

y agronómicas similares, la diferencia estribaba en<br />

que en uno de los predios no se realiza labor de<br />

embolse. Se relacionó la información de los registros<br />

existentes de costos de producción mediante un<br />

análisis de datos en cada labor. Durante cinco<br />

meses se recolectó la información sobre labores de<br />

manejo del embolsado, paralelamente cada 20 días<br />

se tomó el promedio de kg/ha de plátano cosechado<br />

y valor del kg vendido. Finalmente, a partir del<br />

análisis comparativo, se establecieron las diferencias<br />

entre los costos de las dos unidades productivas.<br />

Mediante datos entregados por plantas peladoras<br />

de plátano se obtuvieron los criterios para compra<br />

y selección del producto destinado para pelado. Se<br />

determinó la diferencia de valor en promedio pagado<br />

por kg de plátano embolsado vs. sin embolsar.<br />

Se recurrió al análisis de costos de sostenimiento<br />

en ambas fi ncas extrapolando los datos existentes<br />

a una hectárea para determinar costos anuales.<br />

Dentro de los parámetros de producción, se<br />

registraron los kilogramos de plátano cosechado<br />

y el valor de los kilogramos de plátano vendido;<br />

además, se analizaron estos costos en relación<br />

con los costos de producción simulados en un<br />

proyecto de competitividad del cultivo de plátano<br />

en el departamento del Quindío, denominado<br />

Unidad Técnica Rentable: U.T.R. (Alianza<br />

Productiva para la Competitividad del Cultivo de<br />

Plátano en el Departamento del Quindío, 2006).<br />

Se evaluó la efi ciencia energética a partir de<br />

información secundaria, mediante el análisis uno por<br />

uno de los datos de consumo y producción en millones<br />

de kilocalorías que recicla y produce el cultivo de<br />

plátano de las dos fi ncas estudiadas, para determinar el<br />

balance de ingreso de energía, consumo y liberación.<br />

ResULtaDOs<br />

Evaluación económica comparada (fi ncas Tipo<br />

1 y tipo 2)<br />

Análisis de costos por sistema de producción:<br />

Dentro del costo total de sostenimiento de plátano


agron. 20(1): 64 - 76, 2012<br />

Evaluación económica y de energia de la práctica “embolsado” en plátano (<strong>Musa</strong> <strong>AAB</strong> Simmonds) Quindío-Colombia<br />

por hectárea en las fi ncas analizadas, el rubro con<br />

mayor participación está representado en mano de<br />

obra: 54% fi nca Tipo 1 y 61% U.T.R., seguido de<br />

los insumos. Para la fi nca Tipo 2 estos materiales<br />

son los valores de mayor proporción con 55%<br />

que incluyen fertilizantes, agrotóxicos, bolsas de<br />

polietileno, cintas y fi bra; en segundo lugar, la mano<br />

de obra con 43% y con menor contribución las<br />

inversiones como herramientas y equipos. La mano<br />

de obra, expresada en cantidad de jornales marcó la<br />

principal diferencia entre las fi ncas bajo estudio y la<br />

U.T.R., mientras que las fi ncas tipo 1 y 2 consumen<br />

en promedio 67 jornales/ha, la U.T.R. destina 113<br />

jornales/ha al sostenimiento del cultivo.<br />

Los insumos son similares en las fi ncas tipo bajo<br />

análisis en comparación con la U.T.R. representado<br />

en costos parciales de fertilizantes y agroquímicos, no<br />

Tabla 3. Costos destacados desde fl oración hasta fructifi cación en las tres fi ncas tipo<br />

obstante, la fi nca Tipo 1 difi ere signifi cativamente en<br />

los costos totales de insumos debido a que no utiliza<br />

bolsas de polietileno, que representan 16% para la<br />

fi nca Tipo 2 y 15% en la U.T.R. como participación<br />

sobre el costo total del valor de los insumos, a su vez<br />

la mano de obra empleada en la labor de embolsado,<br />

contribuye con 18% de los costos totales de mano<br />

de obra en la fi nca Tipo 2 y con 9% en la U.T.R.<br />

Teniendo en cuenta los costos destacados de la<br />

práctica de embolsar (Tabla 3), donde además se<br />

realiza desfl ore y desbellote en la misma labor, no<br />

se tienen en cuenta los costos de desbellote debido<br />

a que esta labor también se realiza sin embolse en la<br />

fi nca Tipo 1 y se hace al momento del deshoje; en<br />

promedio 13% del costo total anual de sostenimiento<br />

del cultivo de plátano está representado por la<br />

actividad de embolsar.<br />

Finca de estudio Finca Tipo 1 FincaTipo 2 U.T.R.3<br />

Actividad Unidad Valor Cantidad Cantidad Valor Cantidad Valor<br />

Desbellote Jornal 21.000 - 1 21.000 7 147.000<br />

Desfl ore Jornal 21.000 - 2 42.000 - -<br />

Embolseencintado<br />

Jornal 21.000 - 9 189.000 10 210.000<br />

Bolsa de Bolsa 185 - 1.290 238.650 1.250 231.250<br />

polietileno<br />

Cintas Unidad 12 - 1.290 15.480 - -<br />

Fibra Rollo 8.500 - 1 8.500 - -<br />

Gurbia Unidad 7.000 - 1 7.000 - -<br />

Escalera Unidad 25.000 - 1 25.000 - -<br />

(Guadua)<br />

Costo Total<br />

embolsado $/ha<br />

(*pc)<br />

*pc: pesos colombianos.<br />

0 546.630 588.250<br />

Estabilizada la producción a partir del tercer año,<br />

se tiene una relación Benefi cio/Costo (Tabla 4)<br />

mayor para la fi nca Tipo 1 (B/C 1,97) lo que indica<br />

que tiene una recuperación del doble por cada peso<br />

invertido, seguido de la fi nca Tipo 2 (B/C 1,69), y<br />

en menor relación Benefi cio/Costo U.T.R. (1,21).<br />

Aunque la rentabilidad es similar para las fi ncas<br />

Tipo 1 y 2 con tasa interna de retorno de 68% y<br />

62%, respectivamente, se infi ere que la práctica<br />

de embolsar no genera un benefi cio económico<br />

69


70<br />

Alexander Torres-Rodríguez, María Elena Bernal-Vera, Elmer Castaño-Ramírez<br />

representativo, además la fi nca Tipo 1 tiene una<br />

diferencia signifi cativa en peso/racimo de 0,72 kg<br />

Tabla 4. Relaciones de productividad en las tres fi ncas tipo<br />

en relación con la fi nca Tipo 2, lo que compensa el<br />

menor precio/kilogramo por no ser embolsado.<br />

Finca Finca Tipo 1 (T1) Finca Tipo 2 (T2) U.T.R 3 (T3)<br />

Costos sostenimiento $/ha (pc) 2’639.284 3’236.530 3’903.724<br />

Racimos 1.030 1.194 1.250<br />

Promedio kg/racimo 14,30 13,58 14,40<br />

kg/año 14.730 16.220 18.000<br />

Precio de venta/ $/kg 500 530 605<br />

Costo unitario $/kg 179,17 199,53 216,87<br />

Costo unitario/racimo ($) 2.562 2.710 3.123<br />

Costo total embolse/racimo ($) - 423,74* 470,60<br />

Ganancia bruta unitaria $/kg 320,83 330,46 388,13<br />

Ingreso bruto $/racimo 4.588 4.487 5.589<br />

Diferencia en kg/racimo T1 y T2 +0,72 T2 y T3 -0,82 T3 y T1 +0,1<br />

Diferencia en $/kg/vendido T1 y T2 -9,63 T2 y T3 -57,67 T3 y T1 +67,3<br />

Diferencia en $/racimo/vendido T1 y T2 +101 T2 y T3 -1102 T3 y T1 +1001<br />

Tasa interna de retorno (TIR %) 68% 62% 33%<br />

Valor Presente Neto (VPN $) 10’776.046 11’655.233 3’833.484<br />

Relación Benefi cio/Costo (R B/C) 1,97 1,69 1,21<br />

* Se tuvo en cuenta el costo total de la labor de embolse realizada a 1290 racimos del cual se deducen pérdidas de 7% (por<br />

robo-volcamiento de plantas), valor que debió ser ajustado del total de racimos cosechados.<br />

La U.T.R. exhibe una diferencia notoria frente a<br />

las fi ncas de este estudio, asociado con el manejo<br />

postcosecha (entrega en canastillas), máxime si los<br />

costos por unidad (racimo) son los más altos, no<br />

obstante la diferencia en el precio por kilo/plátano<br />

en la fi nca Tipo 1 (sin embolse) es 105 pesos, lo<br />

que concuerda con la máxima cuantía pagada por<br />

kilo/plátano embolsado que oscila entre 50 y 100<br />

pesos por encima del valor del kilo de plátano<br />

no embolsado (rango obtenido con información<br />

de intermediarios de plátano en la región y de la<br />

planta peladora “Ryoplat”), lo que permite afi rmar<br />

que el embolse, como práctica para obtener una<br />

mayor rentabilidad no se puede generalizar en la<br />

región, debido al bajo promedio en peso/racimo<br />

en plantaciones cuyo manejo agronómico es exiguo<br />

(caso fi nca Tipo 2 con promedio kg/racimo 13,58),<br />

postcosecha incipiente y donde la comercialización<br />

se hace a través de intermediarios.<br />

El margen de benefi cio en el precio de venta por<br />

kilo de plátano embolsado es inferior o igual a 35<br />

pesos en relación con el plátano sin embolsar, lo que<br />

representa un punto de infl exión a partir del cual: por<br />

debajo no hay ganancias, por encima de este valor<br />

se genera utilidad positiva para el productor (Tabla<br />

5). Se debe tener en cuenta que los compradores<br />

de plátano (intermediarios), no toman como único<br />

criterio para fi jar el precio de compra el hecho de<br />

que el plátano sea embolsado; otras variantes a tener


agron. 20(1): 64 - 76, 2012<br />

Evaluación económica y de energia de la práctica “embolsado” en plátano (<strong>Musa</strong> <strong>AAB</strong> Simmonds) Quindío-Colombia<br />

en cuenta son: volumen de producción, topografía<br />

y ubicación de la fi nca, vías de acceso, tamaño del<br />

racimo, entre otros.<br />

Tabla 5. Estimativo de relaciones Benefi cio/Costo de<br />

acuerdo con los incrementos de ganancias<br />

Ganancia en pesos/kilo Benefi cio/Costo<br />

30 0,88<br />

35 1,03<br />

50 1,47<br />

75 2,20<br />

100 2,94<br />

Efi ciencia energética<br />

La energía utilizada en el subsistema de la labor de<br />

embolse en el sistema cultivo de plátano para la fi nca<br />

Tipo 2 (con embolse) por hectárea es de 31.458,2<br />

kcal, que corresponde al gasto energético humano<br />

30.573 kcal (embolsador) y consumo de energía<br />

(comercial) necesaria en la fabricación del insumo<br />

(polietileno + insecticida); energía que solo infl uye<br />

en la presentación del racimo y no es transmitida al<br />

valor energético del fruto (224 kcal/100 g), del cual<br />

solo se aprovechan 160 kcal (pulpa) en la alimentación<br />

humana (Figura 1). El subsistema embolsado de<br />

plátano, aumenta el consumo de energía en el cultivo,<br />

lo cual quiere decir que se requiere de más unidades<br />

energéticas para proporcionar una unidad de energía<br />

alimentaria; contrario al cultivo de plátano fi nca<br />

Tipo 1 (sin embolse), que necesita menos unidades<br />

energéticas para producir la misma unidad energética<br />

alimentaria y con un menor impacto negativo en el<br />

sistema ambiente-económico y social.<br />

DisCUsiÓN<br />

Investigaciones realizadas en Colombia con bolsas<br />

de polietileno de diferentes colores, en racimos<br />

sin desbellote de Dominico Hartón (<strong>Musa</strong> <strong>AAB</strong><br />

Simmonds), indicaron que el embolsado de los<br />

racimos de plátano mejora la apariencia física y<br />

calidad de los frutos y que la selección adecuada del<br />

material y color del polietileno de las bolsas tiene<br />

infl uencia positiva en la presentación del producto;<br />

además, aumentan el perímetro de los dedos en<br />

correlación con un mayor peso individual de los<br />

mismos, con incremento signifi cativo de 15% del<br />

peso total del racimo (Cayón 2007). Al respecto<br />

Barrera et al. (2007), evaluaron en plátano Hartón<br />

(<strong>Musa</strong> <strong>AAB</strong> Simmonds), parámetros de producción<br />

(peso y número de manos por racimo), con prácticas<br />

del embolse y adicionalmente realizaron desmane;<br />

los resultados concluyen que no son afectados<br />

por estas prácticas; sin embargo, los parámetros<br />

de calidad evaluados y el diámetro del fruto<br />

fueron favorecidos a medida que se incrementa la<br />

intensidad del desmane. Por su parte Vargas et al.<br />

(2010), coinciden en que tanto la productividad<br />

como la calidad de los racimos de <strong>Musa</strong> <strong>AAB</strong> cv.<br />

Hartón Enano, se incrementan signifi cativamente<br />

con el uso de fundas de polietileno con respecto a<br />

aquellos sin embolsar; pero ratifi can que el peso del<br />

racimo como el intervalo de días del embolse a la<br />

cosecha así como las dimensiones de los frutos, el<br />

color y la fi rmeza de la cáscara y del fruto, los grados<br />

Brix y la acidez no fueron afectados por el color ni<br />

por la densidad del polietileno de las bolsas.<br />

Teniendo en cuenta que uno de los canales de<br />

comercialización del plátano embolsado es la<br />

agroindustria, no tienen ningún sentido los<br />

parámetros exigidos por las plantas peladoras al<br />

comprar plátano de muy buena calidad externa<br />

(brillo, apariencia, verde más intenso), si fi nalmente<br />

la cáscara es un desecho de la agroindustria que en el<br />

mejor de los casos es aprovechado para el consumo<br />

animal, quedando allí todo el proceso de embolsado.<br />

Además, según las pruebas bromatológicas de los<br />

frutos realizados en la planta peladora de plátano<br />

“Ryoplat”, para su comercialización a agroindustrias<br />

bajo estándares de calidad, no difi ere en sus<br />

propiedades químicas de un fruto embolsado a no<br />

embolsado; lo cual se aprecia en investigaciones que<br />

demuestran que el color y la densidad del polietileno<br />

no tienen efectos sobre los grados Brix ni la acidez<br />

del fruto (Vargas et al., 2010).<br />

71


72<br />

Alexander Torres-Rodríguez, María Elena Bernal-Vera, Elmer Castaño-Ramírez<br />

Figura 1. Valoración de la efi ciencia energética en el subsistema de plátano de fl oración a cosecha


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Evaluación económica y de energia de la práctica “embolsado” en plátano (<strong>Musa</strong> <strong>AAB</strong> Simmonds) Quindío-Colombia<br />

En el departamento del Quindío no existen registros<br />

de pérdidas económicas ni en producción asociados<br />

al ataque de plagas en frutos de plátano; sin<br />

embargo, el control de plagas en frutos representa<br />

un rubro importante en el costo de sostenimiento<br />

de plátano inclusive por encima del costo de control<br />

de Sigatoka amarilla (Mycosphaerella musicola Leach) y<br />

de Picudo negro (Cosmopolites sordidus Germar) que<br />

son de importancia económica e implican pérdidas<br />

signifi cativas en producción; y es debido a la presión<br />

del mercado en relación con la “presentación” del<br />

producto que es confundida con la “calidad” del<br />

artículo por parte de los productores, focalizándose<br />

las prácticas agronómicas hacia la estética y no hacia<br />

el rendimiento.<br />

El uso de bolsa de polietileno tratado con clorpirifos<br />

o sin tratar, como técnica para mejorar la presentación<br />

del plátano es una consideración del productor,<br />

pero en gran medida es infl uenciado por la mínima<br />

diferencia marginal o el mismo precio de venta de<br />

este insumo en las agrotiendas (SIPSA, 2011), en<br />

tanto que el productor tiene desconocimiento sobre<br />

el tipo de bolsa a usar utilizando indistintamente<br />

bolsas tratadas y sin tratar para el control de plagas.<br />

A todo esto se agrega que la labor de embolsado<br />

solo cumple una función estética y no de protección<br />

sanitaria, con resultados inanes para la agroindustria<br />

de pelado y con costos que no se reconocen a<br />

través de mejoras en los precios, convirtiéndose en<br />

cargas monetarias adicionales para los productores<br />

sin compensaciones económicas evidentes, pero<br />

sí con sobrecostos para la población, las entidades<br />

encargadas de los procesos de recolección de<br />

basuras y las entidades de salud, no auscultadas con<br />

este ejercicio.<br />

Surge de este trabajo una pregunta: ¿Es importante<br />

mantener esta práctica con el desgaste energético<br />

de 798’688.800 kcal/año, con 840 t anuales de<br />

plástico que ingresan al sistema platanero y 7,14 t<br />

de clorpirifos para el departamento del Quindío,<br />

cuando solo se revierte una mínima proporción<br />

para consumo humano y animal (contaminado por<br />

moléculas residuales de clorpirifos en esta ingesta)?<br />

Sugerencias para la acción<br />

Se debe divulgar y promover el no uso de bolsa de<br />

polietileno en el cultivo de plátano en departamento<br />

del Quindío bajo las siguientes consideraciones:<br />

- El éxito de obtener un buen precio en venta/kg<br />

de plátano está en función del tamaño de los frutos,<br />

“CALIDAD” a partir de un adecuado manejo<br />

agronómico del cultivo, y no por la “ESTETICA”<br />

que le confi ere la bolsa de polietileno al fruto.<br />

- La fabricación de todo tipo de bolsas plásticas trae<br />

consigo consecuencias irreversibles en el medio<br />

ambiente debido al uso de fuentes fósiles en su<br />

elaboración, que contribuyen al calentamiento global<br />

alterando el clima (épocas prolongadas de lluvia y/o<br />

sequía, vendavales, etc.), afectando la producción de<br />

los cultivos.<br />

- Las bolsas de polietileno tratadas con clorpirifos<br />

después de usadas, aparte de ser residuos sólidos,<br />

son residuos peligrosos que necesitan un manejo<br />

especial.<br />

- El uso de bolsas de polietileno debe estar<br />

condicionado estrictamente a productores que<br />

tienen establecido un mercado permanente,<br />

cuyas exigencias sean características de racimos<br />

embolsados y además, cumplan con un manejo<br />

postcosecha excelente desde el cultivo hasta el<br />

consumidor fi nal.<br />

- La venta de bolsas de polietileno tratada con<br />

clorpirifos en agrotiendas debe estar sometida a la<br />

estricta prescripción de un Ingeniero Agrónomo.<br />

- El operario (embolsador) debe utilizar implementos<br />

de protección (guantes, tapaboca, camisa manga<br />

larga) en cada una de las fases de manipulación de la<br />

bolsa tratada con clorpirifos.<br />

73


74<br />

Alexander Torres-Rodríguez, María Elena Bernal-Vera, Elmer Castaño-Ramírez<br />

- Las plantas peladoras de plátano no deben utilizar<br />

para sus procesos agroindustriales frutos de racimos<br />

que han sido embolsados, hasta tanto se pueda<br />

demostrar que se requiere este factor para una<br />

preparación óptima de los diferentes grados de<br />

transformación (harinas, frituras, etc.).<br />

- La bolsa de polietileno después de usada no debe<br />

ser regalada, se debe establecer una tarifa por kg,<br />

debido a los costos en mano de obra que genera<br />

limpiar las bolsas de material vegetal propio de<br />

los racimos y extender las bolsas para su secado<br />

si se encuentran húmedas; además, el costo de las<br />

“estopas” (costales) donde son recogidas las bolsas<br />

para su posterior almacenamiento en un sitio<br />

cubierto de la lluvia y el sol.<br />

- Se deben realizar estudios de sustancias tóxicas en<br />

productos elaborados a partir del reciclaje de bolsas<br />

de polietileno tratadas con clorpirifos, así como<br />

también investigaciones en trazas de esta molécula<br />

en la cáscara de plátano en relación con el uso como<br />

fuente de alimento animal.<br />

- Investigar las industrias plásticas del Eje Cafetero,<br />

debido a que se distribuyen bolsas de polietileno<br />

tratadas con clorpirifos, en paquetes de 500 unidades<br />

sin ningún tipo de fi cha técnica de seguridad,<br />

distribuidas en tiendas agropecuarias donde se<br />

almacena este insumo tóxico en el mismo espacio<br />

de concentrados para alimentación animal; además,<br />

la bolsa es vendida en fracciones de 50 unidades,<br />

según la necesidad del productor, exponiendo a<br />

riesgos de deterioro en la salud de personas que no<br />

tienen vínculo con la actividad platanera, a través<br />

del contacto dermal por manipulación del artículo<br />

contaminado.<br />

- La única medida para reducir los impactos<br />

ambientales generados por el uso de bolsas<br />

de polietileno de la actividad platanera en el<br />

departamento del Quindío, es la prevención como<br />

lo indica la Política Ambiental para la Gestión<br />

Integral de Residuos o Desechos Peligrosos en<br />

Colombia (Ministerio de Medio Ambiente, Vivienda<br />

y Desarrollo Territorial, 2005).


agron. 20(1): 64 - 76, 2012<br />

Evaluación económica y de energia de la práctica “embolsado” en plátano (<strong>Musa</strong> <strong>AAB</strong> Simmonds) Quindío-Colombia<br />

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