C. Pradera, Barcelona, 27-11-2022

Una de las cosas buenas que tiene trabajar en control de plagas es la oportunidad de encontrar insectos que uno desconoce. De hecho, la novedad es un factor que motiva y hace que esté en alerta. Pero si pienso en el contacto diario con los animales plaga, me doy cuenta de que cada día sé menos. Aquellos insectos que uno trata a diario son más desconocidos de los que creemos. Es cierto que sobre algunas especies hay literatura abundante, pero no la consultamos. Y ni siquiera nos aseguramos que estos conocimientos concuerden con nuestras observaciones personales. En resumen, que hay mucho por descubrir. Debemos abrir bien los ojos y no dejar que nuestra curiosidad quede enterrada por el duro trabajo diario. Hay que perseverar.

El caso

Una de las alegrías que he tenido esta semana es la inspección de un local donde habían aparecido unos pequeños coleópteros que no había visto antes. Esto fue en Vilanova i la Geltrú, población costera al sur de Barcelona. El local disponía de una cocina que hasta hace un mes tuvo bastante actividad. A través de fotografías que nos fueron enviadas supuse que podría tratarse de Cryptamorpha desjardinsii, un silvánido considerado plaga de los productos almacenados que se supone originario de Australia. El tema pintaba interesante.

He de apuntar que no es una especie difícil de identificar. En las imágenes de esta entrada muestro los ejemplares recolectados. Es característico el largo pronoto bordeado por tubérculos, los cuales también están en la base de los élitros. También son características las machas oscuras sobre fondo claro en los élitros. En las imágenes no se aprecia bien el patrón de las manchas, ya que las fotografías han sido tomadas con luz incidente y transmitida a través de la lupa binocular. Pero si uniésemos las manchas tendrían forma de una Y invertida. También son importantes las antenas que tienen algunos artejos oscuros en la parte final. Por otra parte, si uno sabe dónde se encuentra una especie, será más fácil su identificación. En este caso recurrí a la literatura sobre plagas de los productos almacenados y, en concreto, sobre silvánidos. Por suerte, se trata de una familia con pocos miembros.

A principios del mes de octubre llegó la consulta sobre una infestación de esta especie, pero hasta el pasado miércoles no se pudo visitar el local. El cliente pensó que podría tratarse de alguna especie de carcoma. Cuando visité el local, los adultos eran esporádicos. Nada que ver a cuando los empezaron a ver en gran número a finales de septiembre. Pude recolectar tres individuos adultos vivos y otros tantos muertos. Suficiente cantidad para asegurar el diagnóstico y poder observarlos bajo la lupa. No encontré larvas. Vaya por delante que es un coleóptero muy bonito. Cuanto más lo observo más me gusta. No encontré el origen de la infestación, aunque todo apuntaba a un armario dedicado a almacén donde se guardaba fruta como plátanos, piña, etc. En el momento de hacer la inspección, la temporada de uso de la cocina había finalizado. Había sido limpiada a conciencia. Eliminadas las fuentes de alimentación, y teniendo en cuenta la temperatura ambiental, es difícil creer que el año que viene vuelvan a aparecer.

Por otra parte, en el local también había Oryzaephilus, ya que en las imágenes que el cliente envió había una larva y adulto de este género. Cuando realicé la inspección no pude detectar ningún adulto de Oryzaephilus, tan solo una muda de larva. En la imagen número 3, he puesto junto a Cryptamorpha un individuo de Oryzaephilus surinamensis de un cultivo que tengo en casa. Se pueden apreciar las diferencias y parecidos entre ambas especies. En cuanto a la longitud, son aproximadamente 4 mm para Cryptamorpha frente a 3 mm para Oryzaephilus.

Distribución

El género Cryptamorpha cuenta con 27 especies descritas que se encuentran distribuidas principalmente en Asia oriental y la región de Australasia [1]. El origen del género se supone en Australasia donde hay descritas 20 especies [2]. En cuanto a C. desjardinsii, se cree originario de Australia y Nueva Zelanda, aunque en la actualidad tiene una distribución cosmopolita donde se ha aclimatado en zonas de clima tropical (figura 4). Está presente en islas de los océanos Atlántico, Índico y Pacífico [2]. Aunque en los últimos años se está expandiendo y ha sido localizada en Brasil [7].

En España C. desjardinsii se encuentra aclimatada a las islas Canarias desde donde ha sido transportado a través del comercio del plátano (Musa). Constan introducciones en Italia y España peninsular a través de racimos de plátano [3]. En Europa también se ha registrado su presencia en otros países como Gran Bretaña, Alemania, Hungría, Suecia y Suiza [2]. Aunque el clima de este continente no es el adecuado para su supervivencia, se dan casos como el de Praga donde se encuentra aclimatada en un hibernáculo con plantas tropicales [4]. Junto al comercio del plátano, también es responsable de su distribución el cultivo de la piña (Ananas) y la caña de azúcar (Saccharum officinarum) [4]. Además de estas plantas, también se citan plantas ornamentales a través de las cuales es introducida en otra zonas.

En España peninsular consta una primera cita de Barcelona en 1919 donde se encontró sobre plátanos importados de Canarias [5]. Y no ha sido hasta 100 años después que se ha vuelto a citar esta especie en la península con muestras procedentes de Sevilla y Málaga encontrados en frutas importadas [2]. Baena y Torres-Méndez dedicaron en 2018 un artículo extenso con numerosas fuentes bibliográficas.

Biología

Sobre la biología de los coleópteros del género Criptomorpha hay poca información. Se cree que se alimentan de hongos en plantas muertas y viven escondidos bajo las hojas o en diferentes partes de las plantas [1]. Más versátil parece la larva de C. desjardinsii, causa quizás de su expansión. Se ha encontrado en plantas cultivadas, nidos de aves, animales muertos, frutas en fermentación y materiales de productos almacenados [1]. La larva y el adulto son fitófagos. La larva se alimenta de esporas de hongo, aunque también parece que puede ser depredadora de otras larvas de coleópteros, ácaros o cochinillas [2, 4]. Algunos autores ponen en duda que sea depredadora [3].

No he encontrado datos sobre su ciclo de vida. E. Ratti dice que en Florida los adultos se ven de marzo a julio [3]. Ahora bien, en el local de Vilanova aparecieron los adultos en septiembre y yo recolecté algunos adultos el jueves, a finales de noviembre. Aunque no encontré el sustrato sobre el que las larvas crecieron o bien había pupas, es una fecha tardía. E. Ratti también explica que las alas son plenamente funcionales. Esto puedo afirmarlo porque los adultos fueron vistos sobre muebles lejos de la cocina, lo cual apunta a que llegaron volando. De hecho, durante la inspección fueron sacadas unas naranjas de la nevera. Y al cabo de un rato fue localizado el tercer adulto sobre un de las naranjas. Respecto a la larva, no he encontrado más imágenes que las que aparecen en el artículo de J. Hájek et al. sobre la presencia de esta especie en Praga [4]. Es una suerte poder leer los trabajos de este especialista en coleópteros.

Conclusiones

Un aspecto interesante sobre C. desjardinsii es que algunos autores la consideran especie invasora. Este 2022, Rodrigues Alencara et al. han publicado un artículo donde la califican de «invasive species that can become a stored products pest and threaten native species» [7]. A partir de esta clasificación, analizan las preferencias ambientales de la especie y proponen un modelo con las zonas donde puede darse la invasión biológica.

Encontrar C. desjardinsii en un local de Vilanova no pesupone riesgo en esta parte de la Península. El clima no es el adecuado. Cierto que podría adaptarse a algún lugar cerca de la costa donde el clima es más suave. Sin embargo, creo que no debería ser un problema. Aunque sabemos que hay especies que tienen gran capacidad de adaptación. Por otra parte, la localización de C. desjardinsii en Vilanova se debe a una introducción accidental gracias a la entrada de mercancías contaminadas.

Sinceramente, vista la biología de la larva, ni se me pasó por la cabeza tratamiento correctivo alguno más allá de recomendar la limpieza, que por suerte ya se había realizado con esmero y detalle.

Notas:

[1] Yoshida, T. 2021. A New Species of the Genus Cryptamorpha Wollaston (Coleoptera, Silvanidae) from Japan. Elytra, Tokyo, New Series, 11 (1): 77–84

[2] Baena Ruiz, M. &Torres-Méndez, J.L. 2018. Cryptamorpha desjardinsii (Guérin-Méneville, 1844) en Andalucía (España) (Coleoptera: Silvanidae). Boletín de la Sociedad Andaluza de Entomología, 29: 51-64.

[3] Ratti, E. 2007. I coleotteri sivanidi i Italia. Bollettino del Museo civico di storia naturale di Venezia, 58: 83-137.

[4] Hájek, J., Habátek, P. & Janošek, J. 2021. The occurrence of an adventive silvan flat bark beetle Cryptamorpha desjardinsii (Coleoptera: Silvanidae) in a tropical house at the Prague ZOO. Klapalekiana, 57: 97–10.

[5] Codina, A. 1919. Cryptamorpha desjardinsii Guérin a Barcelona. Butlletí de la Institució Catalana d’Història Natural, 19 (1-2): 13.

[6] Diéguez Fernández, J.M. 2022. Catálogo provisional de los Silvanidae (Coleoptera) de Cataluña (España). Arquivos entomolóxicos, 25: 203-208.

[7] Rodrigues Alencara, J.B., Bento, M., Yoshida, T., Vasconcelos da Fonseca, C.R. & Baccaro F.B. 2022. Modeling potential invasion of stored-product pest Cryptamorpha desjardinsii (Guérin-Méneville, 1844) (Coleoptera: Silvanidae) with emphasis on newly recorded areas. Journal of Asia-Pacific Entomology, 25 (2): 101891.